Optar por la construcción en acero supone múltiples beneficios: Una mejor relación costo – beneficio, la óptima organización de obra, amplía el espectro de posibilidades creativas en la arquitectura, reduce los desperdicios, optimiza la precisión en la ejecución, etc.
Lo invitamos a interiorizarse más acerca de cada uno de los beneficios que proporciona el acero en la construcción.
El tiempo de ejecución de la obra se reduce hasta en un 40%. Esto implica que la ocupación inmóvil y el retorno del capital invertido. Por otro lado, la estructura tendrá un menor peso (comparada con una estructura de hormigón), lo implica además una reducción de los costos en hasta 30%.
La tecnología y flexibilidad del acero proporciona a los arquitectos total libertad de creación, permitiendo la elaboración de proyectos audaces, con más vanos, mayor equilibrio y presentando una expresión arquitectónica notable.
El acero es perfectamente compatible con cualquier tipo de material para el cerramiento. Admite la utilización desde los materiales más convencionales, tales como ladrillos, bloques o lajas, hasta componentes prefabricados, como paineles dry-wall, placas de acero, lajas o bloques de hormigón, etc.
Mientras que en las estructuras de concreto, la precisión es medida en centímetros, en una estructura en acero la unidad empleada es el milímetro. Eso garantiza una estructura con una plomada perfecta y nivelada, que facilitan actividades como el asentamiento de los marcos, la instalación de ascensores, etc. Esta característica implica a su vez una reducción del costo de los materiales de recubrimiento.
Como la estructura en acero es totalmente fabricada previamente, hay una mejor organización del cantero de obra debido, entre otros aspectos, a la ausencia de grandes depósitos de arena, cemento, maderas y herrerías, reduciendo también el inevitable desperdicio de esos materiales. El ambiente limpio ofrece todavía mejores condiciones de seguridad al trabajador, lo que contribuye a la reducción de accidentes de trabajo en obra.
La estructura en acero es menos agresiva al medio ambiente, puesto que reduce el consumo de madera en obra, la emisión de partículas y disminuye la polución sonora generada por las sierras y otros equipos destinados a trabajar la madera. En una obra convencional, el desperdicio de materiales puede llegar hasta 25% del peso de la edificación. Utilizando la estructura con base metálica es posible adoptar sistemas industrializados, reduciendo significativamente el desperdicio. Además, el acero es un material durable, resistente y reciclable en su totalidad, y puede ser desmontado y reutilizado.